Prison Radio
Mumia Abu-Jamal is awkward and funny. He walks slowly, slew foot. Deliberately. Lumbering.
He has a big broad, warm, and open smile. His hug is thick and solid, it is like you are hugging a giant grandpa, but can reach only halfway up, as he leans over.
His beard is scraggly and gray, neat but consciously, deliberately, nonconforming. Always his own. Dreads were rare in America when he first wore them. He flips his locks from his face with the back of his hand. He is professorial with a touch of pirate, half glasses resting on the bridge of his nose, as he leans forward to read. Every piece of paper a treasure.
When he is shocked or surprised, he leans back, crooks his head and narrows his eyes, and gives a penetrating and quizzical look. Open. Questioning. Searching. Not quite vulnerable, but open. “Really, why?” he might ask.
He loves chocolate, pastry and cheesecake, and hoagies. He will choose salad if available. He drinks water or a ginger tea, never soda. When he laughs, his whole body laughs, hearty, loud, and he snorts. He can be sonorous, radio preachy, in a way even when talking. It is easier to report than be the story. That is why he so rarely talks about himself in his public work. He loves to listen. His observations are his way of being in the world with us.
He is consciously building a bridge with us, by sharing himself on the airwaves.
He is guarded with all emotions except love and concern for others. He recognizes how much he has lost. When he lets himself realize the years have turned to decades of loss, he has a resolute fierceness born of a love of himself and his family and ancestors. Instinctually he cannot compromise his and their principles and integrity. He cannot be polite and allow false promises, or white lies.
Some might be consumed by anger. But I have never seen him hold onto anger, or act from anger in person, or personally. Never.

I have seen him be deliberate in writing, pushing, or pulling away, by retreating to his internal world or defending others by trying to shield them from harm. He loves fiercely and unconditionally.
His loyalty to his family is all-encompassing. His greatest sorrow is that all of his efforts to be there for his grandchildren, and great-grandchildren, cannot match what he would give if he were able to live with them. Mumia loves with an enormous and unfailing and gigantic heart.
Mumia, as you journey to recovery, we will be with you. We will send love and letters. We will scale the mountain of freedom and bring you back home with us.
When We Fight We Win,
When We Love, We Win
When We Survive, We Win

En Español

Profesoral con un Toque de Pirata 

Mumia Abu-Jamal es torpe y divertido. Camina lentamente, con el pie levemente girado hacia afuera. Deliberadamente. Fuertemente.

Tiene una sonrisa amplia, cálida y abierta. Su abrazo es apretado y sólido. Es  como si estuvieras abrazando a un abuelo gigante, pero solo pudieras alcanzar la mitad mientras él se inclinara.

Su barba es rala y gris, limpia pero conscientemente, deliberadamente inconformista. Siempre suya. Los dredlocs eran raros en Estados Unidos cuando los usó por primera vez. Se quita los locs de la cara con el dorso de la mano. Tiene un aire profesional con un toque de pirata, medias gafas apoyadas en el puente de la nariz mientras se inclina hacia adelante para leer. Cada trozo de papel es un tesoro.

Cuando está asombrado o sorprendido, se inclina hacia atrás, mueve su cabeza ligeramente a un lado, entrecierra los ojos, y lanza una mirada penetrante e interrogativa. Abierta. Inquisitiva. Buscadora. No tan vulnerable, pero sí abierta. “¿De veras?  ¿Por qué?” podría preguntar.

Le encanta el chocolate, la pastelería, el pay de queso y los hoagies. Elegirá ensalada si está disponible. Bebe agua o un té de jengibre, nunca refrescos.

Cuando se ríe, todo su cuerpo se ríe, con ganas, fuerte. Resopla.

A veces parece dar sermones radiofónicos en sus columnas. Es más fácil informar que lo es ser la historia. Por eso raras veces habla de sí mismo en sus comentarios públicos. Le encanta escuchar. Sus observaciones son su manera de estar en el mundo con nosotros. Él está conscientemente construyendo un puente con nosotrxs, compartiéndose a sí mismo en las ondas de radio

No habla mucho de sus sentimientos excepto por su amor y preocupación para los demás. Reconoce cuánto ha perdido. Cuando se da cuenta de que los años se han convertido en décadas de pérdidas, tiene una fiereza resuelta, nacida del amor a sí mismo, a su familia, y a sus antepasados. Instintivamente no puede comprometer sus propios principios e integridad o los de ellos. No puede ser cortés, dando falsas promesas o contando mentiras piadosas.

Algunas personas se dejan consumir por la ira. Pero nunca lo he visto aferrarse a esta o actuar basándose en ella. Nunca.

Lo he visto ser deliberado al escribir, empujándose o alejándose de su texto, o retirándose a su mundo interno. Lo he visto defender a otras personas al intentar protegerlas de daño. Ama ferozmente e incondicionalmente.

Su lealtad hacia su familia abarca todo. Su mayor tristeza es que todos sus esfuerzos por estar para sus nietos y bisnietos no pueden igualar lo que daría si pudiera vivir con ellos. Mumia ama con su corazón enorme, inagotable y gigantesco.

Mumia, en tu camino hacia la recuperación, estaremos contigo. Te enviaremos amor y cartas. Escalaremos la montaña de la libertad y te traeremos de regreso a casa con nosotros.

Cuando Luchamos, Ganamos
Cuando Amamos, Ganamos

Cuando Sobrevivimos, Ganamos

2 de enero de 2024

Audio de Prison Radio