It’s been about four years since the last presidential election, and here we are embedded in a media-fed controversy that borders on the ridiculous. I speak here of the spectacle of Joe Biden’s misfires of late.
Four years ago I wrote that Biden was essentially a gaffe machine, something that anyone who listened to him for more than five minutes knew instinctively. Now a media- manufactured crisis states the obvious, almost like blaring that Christmas comes in December.
What we know is that Biden stuttered as a child and fought extremely hard to beat it, but in times of stress or nervousness he stutters, stumbles, and mixes up words. In truth, it ain’t that deep. It’s not cognitive so much as it is neurological, as in sparked by nerves.
His problems are small compared to his truth-challenged opponent’s. There are bigger matters at issue here, bigger than the candidates and bigger than their parties, as big as the very climate, fueling storms, floods, hot waves and winds and even seasons of fire out West. They are harbingers of things to come.
With love, not fear, this is Mumia Abu-Jamal.
En Español
Han pasado aproximadamente cuatro años desde la última elección presidencial y estamos metidos en una controversia iniciada por los medios de comunicación que roza lo ridículo. Hablo del espectáculo de las más recientes fallas de encendido de Joe Biden.
Hace cuatro años escribí que Biden era esencialmente una máquina de meteduras de pata, algo que alguien que lo escuchaba durante más de cinco minutos sabía instintivamente. Ahora una crisis mediática recalca lo obvio, casi como un anuncio por altavoces que la Navidad viene en diciembre.
Lo que sabemos es que Biden tartamudeaba cuando era niño y luchaba muy duro para superarlo, pero ahora en momentos de nerviosismo tartamudea, tropieza, y confunde las palabras. En verdad, no es tan profundo. No es tanto un asunto cognitivo como lo es neurológico, es decir detonado por sus nervios.
Sus problemas son pequeños comparados con los de su oponente desafiado por la verdad. Hay asuntos más significativos involucrados ahora, más importantes que los candidatos o sus partidos, tan grandes como el mismo clima que desata tormentas, inundaciones, olas de calor, vientos, hasta temporadas de fuego en el oeste. Son precursoras de las cosas por venir.
Con amor, sin miedo soy Mumia Abu-Jamal.