Prison Radio
Mumia Abu-Jamal

How do we arrive at this place we call abolition? What are the roads to such a destination?  We arrive from the almost-lost lessons of history, shaped by generations of ancestors who struggled their whole lives for that rare breath of freedom and yearned with all their hearts that we, their progeny, would one day breathe free air. 

For abolition stems from the long, hard struggle against slavery.  For abolition, the destruction of that system and the beginning of freedom. For a brief moment in time, freedom dawned over the land, but it was a mirage, a lie usurped by the greater lie of white supremacy. Which plunged people into the darkness of terror and death, in fact, slavery by another name, those unholy origins led to the specter of mass incarceration; the greatest incarceration of juveniles in global history. 

Into the current system of imprisonment, what activists rightly call “DBI,” death by incarceration, or lifeless sentences of life – forever. These are the twin faces of Janus. The same face reflected into its illusion of two. In 2003, Dr. Angela Y. Davis wrote, [Are Prisons] Obsolete? published by Seven Stories Press.

It was a book before its time, in that it introduced readers to the notion of prison abolition.  She showed how history featured the abolition of slavery, the convict lease system, and racial segregation. In another book, titled Abolition Democracy, Davis explains tomorrow’s struggles for free and true social change, as noted by a philosopher named Eduardo Mendieta, who penned the book’s introduction, writing these words:

“For authentic democracy to emerge,” Davis argues, “abolition democracy must be enacted. The abolition of institutions that advance the domination of any one group over any other.  Abolition democracy, then, is the democracy that is to come. The democracy in American history. Those that opposed slavery, lynching, and discrimination.”

The prison system, a relic of that same cruel past, was the next logical step. Davis argues that, “the systems of white supremacy, of ruthless capitalism and labor exploitation, led to the monster now before us, mass incarceration in the millions.” As a new generation has emerged, her insights are being studied, referenced, and actualized in ideas that confront the weighty shadow of the penitentiary. 

Another prison abolitionist and noted scholar, Dr. Ruth Wilson Gilmore stated, “Abolition requires we change one thing, which is everything.” The presence and threat of prison sits like an incubus over the soul of society. It doesn’t create. It doesn’t treat. It doesn’t help. It feeds. It harms. It cripples. And yes, it kills. 

It is a creation of state, cruelty, and carnage.  It is the institutionalization of meanness, plain and simple, and movements, only social movements, can pull it from the throne of skulls. Now is the time, with love, not fear. This is Mumia Abu Jamal.

EN BUSCA DE LA ABOLICIÓN

Por Mumia Abu-Jamal

¿Cómo llegamos al lugar que llamamos abolición? ¿Cuáles son los caminos hacia tal destino? Hemos escuchado lecciones casi perdidas de la historia, enseñadas por generaciones de antepasados que lucharon toda su vida por ese insólito respiro de libertad y anhelaron con todo su corazón que nosotros, su prodigio, algún día pudiéramos respirar aire libre. La abolición surge de la larga, dura lucha contra la esclavitud, la destrucción de ese sistema y el comienzo de la libertad.

Por un breve momento, la libertad amaneció sobre la tierra, pero fue un espejismo, una mentira usurpada por la mentira mayor de la supremacía blanca, que hundió a la gente en la oscuridad del terror y la muerte, de hecho, en la esclavitud con otro nombre. Esos orígenes profanos llevan al espectro del encarcelamiento masivo, del mayor encarcelamiento de jóvenes de la historia. Conducen al actual sistema de encarcelamiento que los activistas llaman, con razón, muerte por encarcelamiento, es decir a las condenas sin vida de cadena perpetua. Éstas son las caras gemelas de Jano, la misma cara reflejada en su ilusión de dos.

En 2003, la Dra. Angela Y. Davis escribió ¿Las Prisiones son Obsoletas? (Are Prisons Obsolete?)publicado por Seven Stories Press. Fue un libro adelantado a su tiempo porque realmente introduce a los lectores a la noción de la abolición de las prisiones. Muestra la manera en que la historia presentaba la abolición de la esclavitud, el sistema de arrendamiento de convictos y la segregación racial.

En otro libro titulado Democracia de la Abolición  (Abolition Democracy), Davis explica las luchas del mañana para el cambio social libre y verdadero, como lo señala el filósofo Eduardo Mendieta en la introducción al libro: “Para que surja una democracia auténtica, argumenta Davis, la democracia de la abolición debe ser promulgada. Se refiere a la abolición de instituciones que promueven la dominación de cualquier grupo sobre cualquier otro. Ésta, entonces, es la democracia que está por venir, la democracia en la historia estadounidense de aquellos que se opusieron a la esclavitud, los linchamientos y la segregación”.

El sistema carcelario, una reliquia de ese mismo pasado cruel, fue el siguiente paso lógico. Davis sostiene que los sistemas de supremacía blanca, de capitalismo despiadado y de explotación laboral condujeron al monstruo que ahora tenemos ante nosotros: el encarcelamiento masivo por millones. A medida que ha surgido una nueva generación, sus ideas están siendo estudiadas, referenciadas y actualizadas en ideas que enfrentan la pesada sombra de la penitenciaría.

Otra abolicionista de prisiones y académica erudita, la Dra. Ruth Wilson Gilmore, ha dicho: “La abolición requiere que cambiemos una sola cosa: todo.” 

La presencia y la amenaza de la prisión rondan como un íncubo sobre el alma de la sociedad. No crea. No sana. No ayuda. Se alimenta. Daña. Paraliza. Y sí, mata. Es una creación de la crueldad y la matanza del Estado. Es su institucionalización, así no más. Y los movimientos, sólo los movimientos sociales, pueden arrancarlo del trono de las calaveras. Ahora es cuando. 

Con amor, sin miedo, soy Mumia Abu-Jamal. 

11 de diciembre de  2023.