Wars against Black history.
And now we see, perhaps in the first time in modern days, states like Florida waging war against Black history by passing laws against what teachers can teach, and, perhaps more importantly, what they cannot. In the land that brags about First Amendment laws of free speech, teachers are threatened to be silent about any Black history after 1875, or the time of Reconstruction. It’s as if, for Black people, history stopped at Reconstruction and nothing happened in their lives.
To add more insult to injury, these same lawmakers have argued that slavery was maybe good for Black people. It is not enough to observe that legislators make damn poor historians, but it also reveals their titanic stupidity. For hidden history has a way of seeping through like a break in a dike until it unleashes a flood. For it reveals that which white supremacy fears most, the twentieth century’s history of Black resistance to white terrorism, that very force which overturned Reconstruction. Their solution: to lie to their own children. To outlaw history is a grave thing indeed.
Franz Fanon, who lived his last day supporting the Algerian anticolonial revolution, condemns the colonialists for assaulting Algerian history. In his classic work, The Wretched of the Earth, he wrote, “colonialism is not satisfied with snaring the people in the net, or of draining their colonized brain of any form or substance with a kind of perverted logic. It turns its attention to the past of the colonized and distorts it, disfigures it, and destroys it.” That colonial policy, conducted against the colonized people of Algeria a half-century ago, is being employed against Black people in America today. We need freedom schools, liberation schools, as occurred during the 1960s to teach the truth to children today.
With love, not fear, this is Mumia Abu-Jamal.
These commentaries are recorded by Prison Radio.
En Español
GUERRAS CONTRA LA HISTORIA NEGRA
Por Mumia Abu-Jamal
Y ahora vemos, tal vez por primera vez en la historia moderna, a estados como Florida donde libran una guerra contra la Historia Negra al aprobar leyes contra cualquier materia que el magisterio pueda enseñar y lo que es más importante, lo que no pueda enseñar.
En el país que se jacta de la libertad de expresión garantizada por la Primera Enmienda de la Constitución, las y los maestros ahora son amenazados con despido si no guardan silencio sobre la Historia Negra después del fin de la época de la Reconstrucción en 1895. Es como si, para los Negros, la historia se detuviera en la Reconstrucción y no haya pasado nada más en sus vidas.
Para añadir un insulto más a la herida, algunos legisladores argumentan que tal vez la esclavitud era favorable para la gente negra.
No es suficiente declarar que estos legisladores son malísimos historiadores. También averiguamos su titánica estupidez. Porque la historia oculta tiene una forma de filtrarse como una ruptura en un dique hasta que desata una inundación. Revela lo que más temen los defensores de la supremacía blanca: la historia en el siglo XX de la resistencia negra al terrorismo blanco que derrocó la Reconstrucción.
¿Su solución? Mentir a sus propios hijos. Suprimir la historia es algo muy grave.
Frantz Fanon, quien vivió sus últimos días apoyando la revolución anticolonial argelina, condenó a los colonialistas por desdeñar la historia de Argelia. En su obra clásica, Los Condenados de la Tierra, escribió: “El colonialismo no se contenta con atrapar a la gente en la red ni con vaciar su cerebro colonizado de cualquier forma o sustancia. Con una especie de lógica pervertida, vuelve su atención al pasado de los colonizados y lo distorsiona, lo desfigura y lo destruye”.
Esa política colonial llevada a cabo contra el pueblo colonizado de Argelia se está utilizando ahora contra el pueblo negro en Estados Unidos. Nos hacen falta escuelas de libertad, escuelas de liberación, como las que se construyeron en la década de 1960 para enseñarles la verdad a los niños y niñas hoy en día.
Con amor, sin miedo, soy Mumia Abu-Jamal.
21 de julio de 2023
—(c)’23 maj
Audio grabado por Prison Radio